• 74% de los mexicanos reconoce haber tomado alguna medicina o remedio casero sin que se los recete el médico.
  • La gripa, dolores de cabeza y malestares estomacales son los padecimientos que más llevan a esta práctica.
  • La falta de tiempo y la percepción de que el padecimiento no es grave son las razones más importantes que determinan la práctica de la automedicación.

Ciudad de México, 3 de febrero de 2016.- A dos años de distancia de un primer ejercicio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, se entrevistó a 468 mexicanos para conocer la forma en que llevan a cabo los tratamientos médicos a los que se someten. Los resultados nos muestran que la automedicación sigue siendo una práctica cotidiana entre nosotros.

Argumentando falta de tiempo para ir al médico (27%), la presencia de síntomas que no se consideran graves (24%), no tener dinero para la consulta (11%) o conocimiento previo del medicamento (ya sea porque el médico lo había recetado (9%), porque se conoce la medicina (9%) o porque se tienen conocimientos sobre el tema (6%), tres cuartas partes de los entrevistados reconocen tomar medicamento sin indicaciones puntuales del médico.

Los padres (34%) y los propios encuestados (33%) suelen desempeñar el papel de “médico” y son quienes recomiendan el tratamiento a seguir cuando no se visita al médico. La razón para seguir estas recomendaciones es que se considera que tienen el conocimiento adecuado (45%) y son dignos de confianza (35%).

A pesar de que los antibióticos no pueden adquirirse sin receta médica, 11% de los entrevistados los consumen sin que se los haya recetado el médico, porcentaje idéntico al obtenido en el estudio del 2013. Se incrementa sustancialmente el consumo de antigripales (de 28% a 51%) y de manera importante el consumo de analgésicos (51 vs. 58%) y de antiinflamatorios y antipiréticos.

Poco más de la mitad de los entrevistados admite conocer a alguien que toma medicamentos sin receta de manera cotidiana y 41% reconoce haber tomado algún producto de los que anuncia la televisión, en mayor medida para atacar un malestar específico.

Los resultados de esta práctica no siempre son los mejores. Aun cuando 34% manifiesta haber sanado completamente, 30% dice haberse sentido mejor pero no sanar del todo, 20% que comenzó a sanar pero recayó y 8% que no sanó en absoluto.

La rapidez (44% del top of mind) y costo (40% del total de menciones) parecen ser las principales ventajas percibidas en la práctica de automedicación. No obstante, aun cuando se acude al médico y sea éste quien emita una recomendación y receta, no siempre se siguen las indicaciones puntualmente, lo cual nos muestra que existen diferentes vertientes a partir de las cuales podemos abordar el tema (o problema) de la automedicación en México.

Solamente la mitad (53%) reconoce tomar el medicamento durante todo tiempo indicado. 69% reconoce que siempre, casi siempre o algunas veces interrumpe el tratamiento al sentir mejoría. Esta conducta no solamente conduce a que la gente tenga la posibilidad de contar con medicamento para tomarlo en ocasiones posteriores sino que, en el caso particular de los antibióticos, genera resistencia por parte de las bacterias que puede hacer mucho más complicado el tratamiento posterior.

Cerca de 40% de los entrevistados reconoce no tomar siempre todos los medicamentos que el médico receta y solamente la mitad los toma siempre en los horarios indicados por él.  Un resultado muy notable es que 51% de los entrevistados reconoce que si considera que no necesita el medicamento recentado no lo toma, lo que nuevamente refleja una conducta poco apropiada para el mejoramiento de la salud.

El tipo de medicamento que se adquiere depende en gran medida del precio (33%). 3 de cada 10 mexicanos no conocen la diferencia entre los medicamentos de marca (patente) y los genéricos o similares, por lo que su decisión de compra depende de factores como la confianza proporcionada por el medicamento, su calidad o la recomendación del médico.

Resulta interesante que 17% de los entrevistados manifiestan no contar con algún tipo de cobertura médica.

No cabe duda que hay mucho que hacer en materia de concientización a la población sobre los riesgos de la automedicación. De acuerdo con los especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad, “si la gente supiera la cantidad de riesgos que corre al automedicarse, lo pensaría dos veces antes de recurrir a esta práctica. Intoxicación, hacer resistentes a las bacterias, disfrazar cuadros graves (como apendicitis, entre otros) y provocar daños colaterales, son solamente algunos de los riesgos que se corren al tomar medicamento que no es indicado por el especialista”.

Metodología

Encuesta telefónica nacional con 468 mexicanos de entre 18 y 65 años de edad.

InfografiaAutomedicación-01

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