• El conflicto entre Rusia y Ucrania vulnera la seguridad internacional

Por: Mtro. Jorge Alberto Contreras Bravo

Docente de la Licenciatura en Derecho, de UVM Campus Guadalajara Sur.

Caso Rusia
Imagen cortesía de Nirots / FreeDigitalPhotos.net

La serie de novelas de fantasía del escritor norteamericano George R.R. Martin, titulada en su versión televisiva como Juego de Tronos, mismo que nos sirve como el término más que adecuado para describir la situación actual de la política internacional, la cual se ha vuelto cada vez más convulsa desde el año 2011 y las llamadas “Primaveras Árabes”; desde entonces, hemos visto el surgimiento de movimientos masivos de protestas callejeras que han derribado gobiernos y no han podido reestablecer la estabilidad y la gobernabilidad en los países que se han visto afectados por ellos, como Libia, Egipto o Siria.

Hoy en día, toca el turno a países como Venezuela o Ucrania en los que se presentan estos movimientos, en realidad, detrás de ellos se encuentran los intereses de las grandes potencias occidentales, como Estados Unidos y las naciones que conforman la Unión Europea, que se encuentran en pugna con los intereses de las nuevas potencias emergentes como Rusia, China, la India, Irán o las monarquías del Golfo Pérsico.

Como si se tratase de nuevo de la Guerra Fría, las potencias en lucha utilizan a terceros países para jugar un pulso entre ellas, apoyando a un régimen o a un movimiento que surge de las difíciles situaciones económicas en que se encuentra atorado el mundo desde el 2008 y la crisis financiera global, para lograr sostener sus intereses y extender sus zonas de influencia mientras se busca reducir las del contrario, sin importar las consecuencias que sufran los habitantes de aquellas naciones que se ven afectadas por la violencia y los disturbios.

En el caso específico de Ucrania,  tras las elecciones presidenciales realizadas el 25 de mayo pasado, todo apuntaba a que volvería la calma y la oportunidad de firmar un acuerdo político-económico con la Unión Europea, pero el reciente ataque a Kiev, la ciudad capital, encendió nuevamente el ambiente bélico. Resta esperar que Petro Poroshenko, presidente electo de Ucrania, asuma el cargo este 7 de junio y logre negociar un pacto de defensa y protección militar con Estados Unidos y Europa.

La deuda de pago de gas a Rusia por parte de Ucrania es uno de los factores que complican la viabilidad de una pronta solución, sobre todo porque potencias como China, Estados Unidos y la propia Unión Europea, comienzan a intervenir y el riesgo de que la seguridad internacional se altere es cada vez mayor si los intereses o el poder de una y otra potencias se vieran amenazados.

En este ambiente tan hostil, es el reto de los gobiernos, como el mexicano, el buscar reducir las oportunidades a la inestabilidad, por ello, el caso del crimen organizado exige una solución inmediata, antes de que sea tarde y otros, externos a la nación, lo aprovechen.

*Las opiniones expresadas en este texto son  responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, la postura institucional de la UVM.

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