• Con su técnica reduce notablemente el costo de una órtesis.
  • La pieza es ergonómica y ortopédicamente eficiente para contribuir a mitigar la hipertrofia en brazos, piernas y espalda.

Coacalco, Estado de México., a 22 de junio de 2016.- Santiago Méndez egresado de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad del Valle de México Campus Hispano, desarrolló un proyecto con órtesis que contribuye al tratamiento de hipertrofia de músculos en las personas que sufren de parálisis cerebral.

Normalmente, la órtesis se emplea para rehabilitación física de pacientes con traumatismos, pero Santiago trabajó en una pieza que le permite utilizar este dispositivo externo para ayudar a corregir el movimiento de brazos, piernas y espalda de las personas que padecen dicha condición y que representa un costo menor a las piezas tradicionales.

Las órtesis son un apoyo o dispositivo externo aplicado al cuerpo para modificar los aspectos funcionales o estructurales del sistema. Santiago Méndez comentó que al hacer sus prácticas en APAC (Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral), fabricó esta órtesis con materiales compuestos, que a pesar de que ya son utilizados, su aplicación en estas áreas no está estandarizada. Su proyecto es considerado una innovación en la técnica aunque aún se encuentra en etapa experimental.

Además de la aplicación que Santiago le da a la órtesis, otro de los principales beneficios es que gracias a los materiales que utilizó, el costo de la pieza se reduce considerablemente, ya que según explicó, normalmente cuestan de 2 a 3 mil pesos y la que él desarrolla puede tener un costo en el mercado de aproximadamente 250 pesos.

La pieza también es ergonómica y ortopédicamente eficiente en comparación con las férulas tradicionales elaboradas de tubos de PVC y/o polipropileno.

Para fabricar una órtesis normal, indicó, se utiliza pintura desmoldante, que él sustituyó con jabón de manos; otro material con el que se fabrican las órtesis es el yeso especial, pero utilizó yeso común y corriente, también ha empleado fibra de vidrio con resina. “Y así, varios materiales se cambiaron para mejorar el proceso y lograr la fabricación de órtesis más económicas, que cumplen con todos los estándares de calidad, esto es, que sean rígidas, que sean flexibles a la hora de montarse y que sean livianas”, manifestó.

Santiago explicó que existen muchos tipos y tamaños de órtesis para múltiples tratamientos. Las que generalmente se desarrollan son de rodillas y brazos y son hechas de PVC; “ciertamente no son muy pesadas, deben pesar como 300 gramos más o menos, sin embargo, con la fibra de vidrio pesaban de 150 a 100 gramos, realmente la diferencia no es mucha, la diferencia más bien radica en que la fibra de vidrio proporciona mayor rigidez, es más duradera, más ergonómica, más anatómica y, se acopla mejor a la anatomía del paciente que el PVC”.

“Ahora bien, había otras órtesis en las que la diferencia sí era muy marcada, eran unos aparatos que le denominaban cascarones, éstos sirven para corregir la postura de la columna y la cadera; estaban hechos cien por ciento de yeso pues debido a la forma y al tamaño que tenían las partes del  cuerpo en el que se colocan no se podía utilizar PVC; llegaban a pesar 4 o 5 kilos y no duraban casi nada porque el yeso al final se va debilitando, no corrige bien la postura”, comentó.

El egresado de UVM dijo que en este momento sus órtesis no están patentadas, porque aún se necesita de estandarización en los procedimientos, las técnicas de fabricación y otros aspectos, que se requieren para tener una patente o en este caso, una patente de diseño industrial. Santiago tiene la esperanza de poder continuar con el proyecto para reunir la información y los recursos que le permitan registrarlo.

El egresado de UVM Campus Hispano comentó que esta experiencia ha dejado evidencia de que las tecnologías que muchas veces se consideran de primer mundo y costosas, pueden estar al alcance de la mano de las personas con mayor necesidad. Así mismo, estos procedimientos pueden extenderse a otras instituciones cuyo objetivo sea brindar ayuda a personas con discapacidad. “De la misma manera, he comprobado que la aplicación de la ingeniería en diversos campos sociales es más realizable que nunca”.

 

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