• La Biotecnología aumenta la producción alimentaria, mejora la calidad y el valor nutricional en las personas, Docente de UVM Campus Puebla.

Ciudad de México, 02 de febrero de 2021.- Durante la pandemia por Covid-19, se ha hecho evidente la importancia de consumir alimentos ricos en vitaminas y alimentos funcionales con compuestos bioactivos que ayuden a fortalecer el sistema inmune o por sus propiedades antivirales, expuso la Maestra Mónica de Jesús Sánchez Dichi, docente de la Universidad del Valle de México Campus Puebla, al impartir la ponencia Biotecnología y Nutrición.

Así, alimentos ricos en vitaminas C (kiwi, fresa, grosellas, naranja, limón, guayaba, pimientos, jitomate), D (salmón, sardina, atún, carne, leche) y E (frutos secos, semillas, espinaca), en flavonoides como hesperidina y rutina (naranjas y limones), quercetina (manzanas, uvas, brócoli) y kaempferol (brócoli, rábanos y betabel) y en ácidos grasos (nueces) pueden ser muy útiles en la prevención de dicha enfermedad.

Detalló quelos compuestos bioactivos son sustancias químicas que presentan actividad biológica, es decir, que tienen un efecto directo sobre un ser vivo. Este efecto debe estar asociado con un beneficio sobre la salud de quien lo consume, dependiendo de la naturaleza del compuesto, de su concentración y de su biodisponibilidad. Así, los compuestos bioactivos de los alimentos son componentes de la dieta, que no cumplen funciones básicas nutrimentales, pero que regulan procesos metabólicos relacionados con la salud (mejoría de funciones o reducción de riesgo de enfermedad), se encuentran en cantidades muy pequeñas en ciertos alimentos y son producidos como metabolitos secundarios.

Los compuestos bioactivos pueden encontrarse en una gran variedad de alimentos; sin embargo, abundan en los vegetales por lo que las investigaciones se han centrado en el estudio de la bioactividad de los fitoquímicos presentes en cereales, leguminosas, frutas y hortalizas. La evidencia encontrada apunta a que los principales efectos benéficos de estos fitoquímicos están relacionados con la prevención de cáncer, de enfermedades crónicas y degenerativas, así como aquellas relacionadas con procesos inflamatorios y con el fortalecimiento del sistema inmune.

Al hablar sobre la Biotecnología, la docente explicó que esta es una disciplina que involucra diversas áreas del conocimiento como Biología Celular y Molecular, Genética, Microbiología, Química y Bioquímica, Ciencia y Tecnología de Alimentos, Nutrición, Medicina, Agronomía, entre otras.

La biotecnología alimentaria, dijo, tiene la finalidad de aumentar la producción, de mejorar la calidad y el valor nutricional y de asegurar la inocuidad y la conservación de los alimentos, además de atender la demanda de los consumidores por alimentos funcionales, frescos y con sabores sofisticados, exóticos y novedosos.

La Maestra agregó que la Biotecnología busca desarrollar plantas resistentes a los graves problemas ambientales que nos aquejan (sequías, plagas, calentamiento global, suelos erosionados y acidificados, uso excesivo de agroquímicos) y que satisfagan aspectos de salud de los consumidores (balance nutrimental que contrarreste el déficit de algún nutriente, que elimine riesgos de toxicidad natural, que elimine factores alergénicos y anti-nutricionales).

“Además, busca identificar genes que permitan la modificación de las plantas para otorgarles nuevas propiedades agrícolas o nutricionales. De esta manera, la Biotecnología alimentaria representa una herramienta poderosa, aunque limitada, para intentar satisfacer la demanda de alimentos en un mundo en crisis”, comentó.

La docente, quien imparte las materias de Procesos Químicos, Química de los Alimentos, Conservación y Manejo de Alimentos, Biotecnología, Nutrición e Industria Alimentaria en la UVM, agregó que la Biotecnología moderna se encarga de diseñar y construir organismos genéticamente modificados, mediante el uso de las técnicas de ingeniería genética. Tiene como objetivo que el estudio y la manipulación de los sistemas biológicos se realicen de forma inteligente, respetuosa y sustentable a través de tecnologías eficaces, limpias y competitivas, enfocándose en la solución de problemas de las áreas de la salud, agropecuaria, industrial y del medio ambiente.

“Por lo tanto, la Biotecnología desempeña un papel clave en el mundo actual ya que la creciente demanda de la población por alimentos, agua, energía, salud y vivienda requiere de la consolidación, modernización y adecuación de la industria y de la obtención de productos agropecuarios”, indicó.

Tradicionalmente, señaló la Mtra. Mónica, la Biotecnología se ha utilizado para la producción de alimentos. Desde que el hombre se volvió sedentario, se han obtenido una gran variedad de estos como producto del empleo de organismos vivos o sustancias provenientes de ellos. Ejemplos comunes de dichos productos son las bebidas alcohólicas (vino, cerveza, destilados, sake, pulque), los lácteos y vegetales fermentados (yogur, queso, col agria, pozol), el vinagre, los hongos comestibles, el pan y la proteína unicelular (levadura, alga espirulina).

“Actualmente, la producción de nuevos alimentos se enfoca, por un lado, en el uso de plantas, animales y microorganismos, con el fin de incrementar el valor nutrimental, mejorar el estado de salud y el bienestar de los consumidores (consumo de alimentos funcionales con probióticos, prebióticos y compuestos bioactivos) e incrementar las propiedades sensoriales de los productos alimenticios”, señaló.

Algunos beneficios de los productos probióticos, son mejorar el valor nutritivo de los alimentos por producción de vitaminas, y liberación de aminoácidos; facilitar el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento por estimulación de la mucosa intestinal y de la capa muscular subyacente, combatir los trastornos causados por los antibióticos en la flora intestinal por restauración del equilibrio de la flora al colonizar el tracto digestivo e inhibir la proliferación de patógenos; activar la respuesta inmunitaria por aumento en la concentración de proteínas del suero y de la inmunoglobulina G, así como por un incremento en la frecuencia de linfocitos B.

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