- Vital la enseñanza con simuladores para estudiantes de ciencias de la salud.
Querétaro, Qro., 17 de julio de 2017.- Con el proyecto La simulación multidisciplinar como metodología de evaluación de competencias profesionales en los estudiantes de ciencias de la salud, la Dra. Belzabeth Tovar Luna, docente del Campus Querétaro de la Universidad del Valle de México, ganó la edición 2017 del Premio David A. Wilson, a la Excelencia en Enseñanza y Aprendizaje, el cual cumple diez años de haberse instaurado.
El proyecto de la Dra. Belzabeth Tovar, tiene como objetivo evaluar a los estudiantes de ciencias de la salud a través de escenarios clínicos y con ello medir su intervención y el trabajo integral en tres diferentes etapas de su formación profesional: competencias iniciales, intermedias y terminales.
El premio David A. Wilson, creado por Laureate International Universities, tiene por objeto el reconocimiento a la dedicación y servicio en favor de la educación; para ser candidato al galardón, los aspirantes deben reunir ciertos requisitos como ser académico de tiempo completo, con un mínimo de dos años de antigüedad, tener compromiso con la excelencia, presentar un tema sólido de investigación relacionado con la docencia en educación superior que pueda ser completado hasta en un año a partir de la fecha de la entrega del premio, estar dispuesto a garantizar la presentación o publicación de los resultados de la investigación en una revista académica arbitrada, entre otros.
La Dra. Belzabeth Tovar comentó que en la UVM Campus Querétaro se ha desarrollado la metodología de enseñanza a través de equipo de simulación, “hay un área destinada a la simulación clínica y con base en ello, propongo que se formen equipos multidisciplinarios de todas las carreras de salud y con base en la simulación se pueden evaluar competencias iniciales, intermedias y terminales del profesional que estamos formando, en este caso en salud”, comentó.
La Dra. Tovar Luna explicó que a través de este método, los estudiantes de ciencias de la salud pueden identificar cierto cuadro clínico, ciertos síntomas, “el simulador tiene la facilidad de que yo puedo manejarlo, si quiero que empiece a respirar menos, que tenga pulso rápido, que el corazón lata más rápido, todas esas variables yo las puedo manejar en el simulador, para que el alumno se avoque al caso que el simulador le presente”, indicó la profesora ganadora del Premio David A. Wilson.
Algunos de los problemas a los que se enfrentan los estudiantes, es que una vez que egresan de la universidad y cuando hacen su servicio social, tienen el reto de trabajar con un equipo multidisciplinario, “si el estudiante trabaja en medicina, muchas veces el egresado no se percata que debe trabajar con profesionales de la nutrición, la fisioterapia, quienes le pueden ayudar a que su paciente sane o tenga una mejor recuperación”, comentó la Dra. Belzabeth.
De acuerdo con la docente de UVM Campus Querétaro, la utilidad del proyecto ganador del Premio David A. Wilson, es poder evaluar a los estudiantes de una forma objetiva, ya que la simulación permite dar una retroalimentación al alumno, le permite además desarrollarse en un ambiente de lo que será su vida profesional cuando éste egrese, al contar con simuladores humanos, de adultos, bebés, simulador de parto, quirúrgico y salas de habilidades y destrezas.
La importancia de los simuladores radica en la práctica que logra el estudiante, por ejemplo, la toma de signos vitales, presión, frecuencia cardiaca, respiratoria entre los mismos alumnos; hay ocasiones, señala la docente, que el estudiante tiene temor de dirigirse al paciente, “aquí en el área de simulación hacemos ejercicios desde cómo dirigirse al paciente, cómo se va a presentar, cómo le toma la presión, cómo se debe colocar el baumanómetro, todos estos detalles nos ayudan mucho a que el alumno llegue a la parte clínica, porque aquí en simulación ya tuvo errores, se pudo haber equivocado 20 veces pero no tenemos el riesgo de que cometa el error con un paciente en el área clínica”, manifestó.
Finalmente, la importancia de obtener el premio David A. Wilson va más allá de conseguir recursos económicos y reconocimiento de los proyectos, ya que las instancias que auspician este galardón aseguran que significa también lograr convivir con emprendedores de proyectos afines o que complementen la dinámica para desarrollar las propuestas.
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