La reciente investigación de la docente de UVM, Dra. Elizabeth Pérez y otros especialistas, ofrece recomendaciones para diagnosticar a tiempo y en forma no invasiva la disfagia en pacientes neurológicos, un trastorno que muchas veces no es detectado y que provoca dificultad para tragar alimentos sólidos, semisólidos o líquidos, y que pone en riesgo de desnutrición y deshidratación.

La principal complicación de la disfagia que pone en peligro la vida de personas con enfermedades neurológicas, es la aspiración traqueobronquial, así como estas dificultades de deshidratación y desnutrición ya mencionadas. Por ello, es indispensable diagnosticarla con instrumentos no invasivos y bajo la prescripción de un equipo multidisciplinario, afirma la investigación clínica de la Dra. Pérez, académica de UVM, Campus Santa Fe.

El estudio se titula Evaluación de la Disfagia en pacientes con enfermedades neurológicas y su relación con riesgo de desnutrición y fue publicado en la revista de Medicina Interna de México. Fue realizado también por el Dr. Alejandro González-Muñoz, Dra. Mirlene Barrientos-Jiménez, Dra. Claudia Daniela Camacho- Guerra, Dr. Yve Tapia-Gómez, Dra. Karen Oslit Torres-González y Dra. Gabriela Uribe-Quiroz, especialistas de nutrición y neurología del Hospital Juárez de México.

La Dra. Pérez recordó que las enfermedades crónicas son cada vez más frecuentes debido a que la expectativa de vida es más larga. En México la demencia senil es la más común, de modo que, cada vez hay un mayor número de pacientes con padecimientos relacionados con enfermedades neurológicas.

Así mismo, la deglución es una de las funciones básicas del organismo y tiene como objetivo nutrir al individuo, lo que implica la posibilidad de ingerir la totalidad de las calorías y agua necesaria para mantener la nutrición e hidratación adecuadas.

La disfagia corresponde a un trastorno para tragar alimentos sólidos, semisólidos o líquidos y desde el punto de vista anatómico se clasifica en orofaríngea – dificultad para deglutir- y esofágica – se refiere a la sensación de que los alimentos se pegan o se quedan atascados en la base de la garganta o en el pecho-. Es relevante porque se trata de un síntoma grave que pone en riesgo de desnutrición, deshidratación y complicaciones que pueden causar la muerte del paciente y que, al ser asintomáticas, se dificulta su diagnóstico y prevención.

Es por ello que el objetivo del estudio fue determinar, entre los pacientes que tienen enfermedades neurológicas, tanto agudas como crónicas, qué porcentaje tiene problemas de disfagia y encontrar otros métodos para evaluarla. Para el diagnóstico es común utilizar la videofluoroscopia – exploración radiológica- sin embargo, además de que resulta invasivo, es inaccesible para muchos pacientes, manifestó.

El estudio reveló una elevada prevalencia de disfagia no diagnosticada en pacientes, que se vincula con pérdida de peso, reducción del índice de masa corporal y riesgo de desnutrición. Las principales enfermedades neurológicas que afectaron a los pacientes con disfagia fueron las crónicas en 77.8%, entre las que destacaron epilepsia, demencia, enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple y Parkinson.

Además, se observó que hay mayor relación de asociación en mujeres, en pacientes que han tenido diabetes mellitus y en pacientes que tuvieron antecedentes de ventilación o enfermedades crónicas.

Por lo anterior la Dra. Pérez considera indispensable realizar pruebas de tamizaje a todos los pacientes en estas condiciones -aunque no tengan manifestaciones- para descartar la presencia de disfagia. El instrumento de este estudio sugiere realizar el cuestionario EAT-10 (Eating Assessment Tool) aunado a la valoración clínica, capaz de detectar las posibles aspiraciones silentes.

Esto es con el propósito de iniciar las medidas nutricionales y farmacológicas que disminuyan el riesgo de complicaciones, además es imprescindible que estos pacientes sean atendidos por un equipo multidisciplinario, advirtió la Dra. Elizabeth Pérez, académica de la Universidad del Valle de México, Campus Santa Fe.

---------------------------------------------------------------

La Universidad del Valle de México, desde hace más de 64 años se dedica a ofrecer educación superior de calidad, actualmente tiene 26 campus distribuidos en la República Mexicana. Cuenta con la Acreditación de calidad “Lisa y llana”, máxima calificación de calidad institucional otorgada por la FIMPES 2018-2025. Con 255 programas inscritos en el Padrón de Alto Rendimiento Académico del EGEL, la UVM es la institución con el mayor número de programas de excelencia a nivel nacional. Ofrece formación a nivel bachillerato, licenciatura, maestría y postgrados, en disciplinas tales como medicina y ciencias de la salud, ingeniería, tecnologías de la información, derecho, arquitectura, negocios, gastronomía, diseño, educación y hospitalidad. Para más información visite: uvm.mx