Oaxaca, Oax., 12 de diciembre de 2017.- En el 2013 lo que inició como un proyecto para Germán Santillán Ugarte, hoy es toda una realidad, al fundar y dirigir “Oaxacanita Chocolate”, una empresa que, por medio de la producción artesanal de chocolate, impacta de manera económica, social y ambiental a la población que vive en la Mixteca Oaxaqueña.

Germán Santillán, es uno de los 15 ganadores del Premio UVM por el Desarrollo Social 2017; él y su familia, abrieron formalmente Oaxacanita Chocolate en mayo del 2015, una planta que procesa cacao para convertirlo en chocolate.

Luego de dos años y medio de vida de la empresa, Germán menciona que actualmente trabajan con cacaocultores, cocineras tradicionales, artesanos de palma, y han realizado diversas actividades en torno al chocolate, esto en la parte de la Mixteca Oaxaqueña, la que además de ser la más pobre del país (de acuerdo al Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de las Entidades, Municipios y Demarcaciones Territoriales para el Ejercicio Fiscal 2017 emitido por la SEDESOL), es la que más mano de obra exporta a los Estados Unidos.

En este contexto, señala Germán Santillán, la generación de oportunidades laborales es de suma importancia, por lo que Oaxacanita Chocolate ha construido una cadena productiva y colaborativa en la que participan 26 familias integradas por cocineras tradicionales de Villa de Tamazulápam del Progreso, artesanos de palma de San Isidro Lagunas y cacaocultores  de Concepción del Progreso y, La Hacienda, quienes son los principales beneficiados del proyecto.

El ganador del Premio UVM por el Desarrollo Social, dijo que un 75% de los colaboradores son mujeres de entre 25 y 70 años de edad y un 25% son hombres de entre 25 y 70 años de edad. “El producto que nosotros elaboramos es chocolate artesanal oaxaqueño, el cual tradicionalmente se elabora con cacao puro, canela, almendras y azúcar de caña”.

“Desde la siembra se procura seleccionar las mejores semillas que se adecuen al ecosistema actual, por este motivo la variedad utilizada es la criolla y nativa de Concepción del Progreso, con esto nos aseguramos que la planta sea más resistente a las condiciones actuales del campo. Una vez que se tienen las semillas se tuestan en comales de barro y son peladas para evitar el uso de cáscaras que aminoran la calidad del chocolate, se procesan en molinos de piedra volcánica con los ingredientes y se pesan y “tortean” a mano para dar como resultado el chocolate que caracteriza a nuestro Estado”, manifestó.

Germán Santillán agregó que una vez que se tiene el producto pasa a su empaque, el cual dependiendo de la artesanía, conlleva a diferentes procesos, desde bolsas de chocolate de un cuarto de kilo hasta kits artesanales que contienen un molinillo tallado a mano, tazón de barro, un canasto de carrizo o tenate de palma y por supuesto el chocolate.

El producto sin lugar a dudas ha resultado rentable para Germán, su familia y trabajadores, “el trabajo no es sencillo, pero nos ha traído buenas experiencias y afortunadamente hemos tenido un crecimiento del 200 por ciento; el control financiero es sumamente minucioso porque debemos procurar tener los recursos para seguir invirtiendo y esperamos seguir trabajando así”, indicó.

Actualmente, el diseñador mexicano Gabriel Covarrubias, realiza una propuesta de marca y un estudio de mercado para llevar a Oaxacanita Chocolate al gigante asiático que es China; “tenemos una red de 30 distribuidores en la CDMX, Estado de México, Oaxaca y Mérida, y también estamos trabajando en nuestras certificaciones para llegar a más mercados”, señaló.

Oaxacanita Chocolate es un producto ya bien establecido, además de lo ya descrito, impulsa el cultivo de 2,000 árboles de cacao en la Mixteca; ha brindado también más de 15 talleres culturales y empresariales que acercan información a las comunidades de la región con la finalidad de poder crear sociedades cada vez más participativas y globales.

Finalmente, Germán opinó sentirse afortunado de ganar el Premio UVM por el Desarrollo Social, porque este reconocimiento es prueba fehaciente de que estamos haciendo nuestro máximo todos los días por seguir impulsando el desarrollo de nuestras comunidades y además, es un reconocimiento que recae en todos y cada uno de los que conformamos esta familia que es Oaxacanita Chocolate; sin duda todos estamos muy contentos y seguimos apostándole a este sueño que convertimos en realidad todos los días”.

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