• Buscan apoyo de Conacyt para desarrollarlo en forma masiva.
  • En 2024 se debe depender únicamente de combustibles de origen fósil en un 65%.

México, D.F., a 28 de mayo de 2015.- A partir de desechos del aguacate, estudiantes de la Ingeniería en Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad del Valle de México Campus Coyoacán extraen aceite, con el que elaboran un biocombustible que puede ser utilizado en todas las máquinas o motores que trabajan con diésel. El biodiesel es un combustible renovable proveniente de aceites vegetales o grasas de origen animal, que puede ser usado total o parcialmente para reemplazar el combustible diésel de los motores de ignición sin requerir una modificación sustancial de los mismos.

La Doctora Adriana Roldán Martín, explicó que para elaborar el biocombustible, se utilizan aguacates que ya no son aptos para consumo humano, “lo que hacemos aquí en el laboratorio de UVM es obtener los lípidos del aguacate a través de una extracción con disolventes, una vez que se obtiene los lípidos de interés, se realiza la reacción de esterificación para obtener el biodiesel”, comentó la docente de UVM Campus Coyoacán.

El proceso es el siguiente: al aguacate le extraen la pulpa y la semilla o hueso del fruto, posteriormente se macera, le adicionan una mezcla de disolventes, denominada mezcla de Folch, estos solventes realizan la extracción de los lípidos de interés; se deja reposar y posteriormente se filtra; de esta manera se obtienen los lípidos del aguacate.

Con los lípidos extraídos, se realiza la reacción de esterificación, para lo cual se emplea una metanólisis básica para transesterificar los lípidos utilizando un reactor batch. Mediante la transesterificación se reemplaza el glicerol (alcohol trivalente) por un alcohol monovalente (“más ligero”), usualmente metanol o etanol, formando moléculas más pequeñas (ésteres monoalquílicos o FAME) con una viscosidad similar a la del combustible diésel derivado del petróleo. También se produce glicerina como subproducto, sustancia que tiene numerosos usos en diversas industrias.

Actualmente los países han apoyado la utilización de biocombustibles con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, impulsar la descarbonización de los combustibles de transporte, diversificar las fuentes de su abastecimiento y desarrollar alternativas al petróleo.

Obtener y fabricar biodiesel en México no es nuevo, como lo señala la docente de Campus Coyoacán de UVM, con el incremento de los precios del petróleo a partir del 2004, y en julio de 2008, los precios de los aceites vegetales y las grasas animales se empiezan a equiparar con los del diésel y generan este reciente boom de los biocombustibles líquidos a nivel mundial, que incluye también al bioetanol (que es básicamente etanol o alcohol etílico), el cual puede utilizarse como complemento o sustituto de la gasolina.

“Se han evaluado varios insumos para ver cuál es el más adecuado y el menos costoso. Aquí en la UVM se nos ocurrió obtener el biodiesel a partir del aguacate porque observamos que el aguacate tiene una importante cantidad de lípidos; un estudiante que fue a la central de abastos vio cómo se desperdicia el aguacate maduro que yo no sirve para consumo y venta al público. Con respecto al rendimiento, por cada kg de pulpa macerada de aguacate se puede extraer hasta 250 ml de aceite, el cual se convierte al doble, es decir, medio litro de biodiesel”, indicó la Dra. Adriana Roldán.

De acuerdo con la docente de UVM Campus Coyoacán, el aguacate no es un insumo con un costo importante, lo que indica que sí puede competir en el mercado de los biocombustibles, “de hecho, ahorita el biodiesel con cualquier otro tipo de insumo que se utilice es un poco más caro que el diésel normal. Por ejemplo, el grano del sorgo, es el que se utiliza para la producción de biodiesel a nivel masivo, pero ahí sí existe un costo para fabricarlo, desde la siembra hasta la cosecha. En el laboratorio de UVM al utilizar y aprovechar el desecho del aguacate, disminuyen los costos, lo que resulta rentable la obtención del biodiesel”, manifestó.

La profesora Adriana comentó que en este momento existe un programa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que puede proporcionar un financiamiento al proyecto que se desarrolla en el Campus Coyoacán de UVM, “hay un programa que Conacyt firmó aproximadamente hace dos años con la Secretaría de Energía (SENER) y con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para elaborar biocombustibles, en el que ofrecen apoyo de financiamiento de proyectos, siempre y cuando esté bien planteado; si Conacyt considera que es viable la ayuda, ahí podríamos empezar a elaborar el biocombustible”, indicó.

De igual manera, Adriana Roldán comentó que en la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 planteada por la presidencia de México, para el año 2024 uno de los objetivos es depender solamente de combustibles de origen fósil del 65 por ciento, “por eso en este momento hay una gran oportunidad de apoyo para desarrollar todo tipo de biocombustibles y llegar así a la meta en el que México suscribió este acuerdo de carácter internacional”, concluyó.

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