- La doble medallista olímpica, estudiará Derecho en UVM Zapopan.
- La clavadista manifestó que ha sido un año difícil para ella por la pandemia.
Ciudad de México, 9 de abril de 2021.- Llegar a los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020-2021 y, ganar su tercera medalla olímpica acompañada por su hija, es el sueño de Paola Espinosa, quien recientemente se unió a la comunidad estudiantil de la Universidad del Valle de México.
Paola Espinosa, estudiará en la UVM Campus Zapopan la carrera de Derecho, un sueño que también ha estado en su mente y el cual buscará realizar, tal como ha sido todo lo que ha emprendido en su vida deportiva, como madre, esposa e hija de familia.
“Como deportista, mi sueño es verme en el trampolín en Tokio, Japón; que mi hija esté en las gradas viendo a una mamá valiente, una mamá fuerte que se está enfrentando a millones de ojos en todo el mundo y que está tratando de hacer lo mejor que puede haciendo un buen clavado”, comentó.
La nueva estudiante Lince, se considera una atleta con talento físico para los clavados, porque, aunque al principio de su carrera le costó trabajo, avanzó rápido gracias a que logró conjuntar talento físico con las ganas, con la pasión que le genera este deporte acuático, más la ilusión de llegar a otros Juegos Olímpicos.
“Todo lo utilicé a mi favor, muy rápido llegué a tener competencias internacionales, desde muy chica comencé a competir en selectivos o en campeonatos nacionales de primera fuerza; a los 15 o 16 años empecé a competir, a los 17 años fueron mis primeras olimpiadas, la evolución fue muy rápida y la verdad es que sí pasé unos días difíciles, pero cuando tú tienes eso en la mente, nadie te lo quita y yo soy una persona muy terca, puedo decir que en mi carrera tengo medallas en cualquier lado que me he parado a competir”, señaló.
Para Paola Espinosa, representar a México en cualquier competencia nacional o internacional, es lo máximo, ya que México le ha dado las herramientas para desarrollarse como persona, como deportista, como mujer, “para mí es un gran orgullo ir a cualquier competencia internacional a representar a mi país, me encanta la idea de subir al podio, escuchar el Himno Nacional, de que mi bandera la vea todo el mundo”, señaló.
En el tema específico de los clavados, le enorgullece que los atletas de otros países vean a los clavadistas mexicanos como una potencia a nivel mundial, que vean entrar a los mexicanos y que se den cuenta que ya les da miedo enfrentarlos, “normalmente nosotros pensamos que es al revés, pero no, no es cierto, nosotros somos capaces de pelear deportivamente al tú por tú con los mejores del mundo”.
Agregó que, para ella, salir, llevar la bandera, ponerse el uniforme de México, es todo un orgullo, “lo llevo en el corazón, se me pone chinita la piel cada vez que salgo a competir y la gente empieza a cantar el Cielito Lindo, música de mariachi, nos gritan ¡Viva México!, para mí es un gran honor porque nosotros los deportistas tenemos la conexión con nuestro país”.
Paola Espinosa tiene cuatro participaciones en Juegos Olímpicos, ha ganado dos medallas en clavados sincronizados, la primera de Bronce en Beijing 2008 y, la segunda medalla, en las olimpiadas de Londres 2012 de Plata, medalla que para ella fue muy especial porque la ganó justo el día de su cumpleaños, un 31 de julio.
Paola Espinosa también habló de lo que ha sido para ella la pandemia de COVID-19, no niega que, personalmente, ha sido un año sumamente difícil. Desde el momento que comenzó la pandemia les informaron que la fecha de los Juegos Olímpicos cambiaba, “para mí en lo particular fue un golpe muy duro, ya estaba lista para representar a México, para dar lo mejor de mí en esos Juegos Olímpicos, venía de ganar un tercer lugar mundial después de haber sido mamá, me repuse y seguí adelante”, dijo.
Para Paola Espinosa, ser informada de que se atrasaban un año los Juegos Olímpicos, fue un golpe duro, aunque dijo entender las implicaciones de la pandemia. Y, aunque sabe que la salud es primero, no niega que el golpe fue fuerte, pues si bien a un deportista le enseñan muchas cosas y psicológicamente lo entrenan para todo, reconoce que de todos los panoramas que tenía, nunca imaginó algo como esta pandemia.
“No supe cómo reaccionar, cómo controlarlo, lloré, me enojé, no sabía si seguir entrenando o no, era algo muy incierto para mí; con el paso del tiempo, descubrí que si algo me había enseñado el deporte, es a adaptarme a cualquier circunstancia y eso fue lo que hice, adaptarme y cuidarme, cuidar a mi hija, a mi esposo y no dejar mi sueño atrás, tener latente el sueño de llegar a los Juegos Olímpicos en Tokio, porque quiero ser medallista”, comentó.
La siguiente meta que tiene la nueva estudiante de UVM Campus Zapopan, es estudiar la carrera de Derecho, se siente emocionada porque ha cumplido muchas cosas en su vida, “soy una mujer comprometida con lo que quiero, debo prepararme, estar apta para cualquier rol de la vida. Estudiar es algo que tengo en la cabeza ya desde hace mucho tiempo y de lo que no pienso quitar el dedo del renglón”, concluyó.
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