Por Mtro. Gerardo Ramírez Beltrán*

Con el fin de favorecer mejores hábitos de estudio en los jóvenes de Preparatoria, a continuación se describen algunas sugerencias que permitirán ser más efectivos en sus tareas o estudio independiente y que pueden ser transmitidos por sus profesores.

La clase: Es el punto inicial de un buen estudio. Deben poner atención durante la clase, no distraerse en conversaciones con sus compañeros. Tomar notas a lo largo de la exposición, aunque parece algo obvio, hay quienes no toman ninguna nota y pareciera que todo lo recordarán de memoria, pero es necesario mencionarles que los ejemplos y aportaciones que brinda el profesor seguramente no se encuentran en el libro de texto. Es recomendable motivarlos a preguntar todas sus dudas al tiempo que se está dando la explicación en el aula o bien antes de que concluya el tiempo de clase. Un buen esquema es el siguiente: Tema de la unidad, subtema, objetivo y vocabulario fundamental.

Horario diario: Una vez que concluye la jornada de clases el estudiante deberá establecer un tiempo diario para dedicarse al repaso de las notas; así como al desarrollo de las evidencias de aprendizaje, antes llamadas tareas, que haya solicitado su profesor. Es importante pedirles que tengan a la mano su horario de clase y que se dispongan a realizar con todo el tiempo posible las tareas pendientes. Deben considerar aspectos importantes como la comida a tiempo, suficiente descanso, ejercicio… y por supuesto no dejar para el final del día el estudio. ¡Nunca funciona, les va a dar mucha pereza trabajar a esa hora!

Lugar: Es muy importante que encuentren un lugar que tenga las condiciones adecuadas para el estudio. Hay que pedirles que se olviden de hacerlo en su cama o en un sofá porque siempre los va a invitar a reposar; la recomendación es hacerlo en una mesa o escritorio. Es mejor que tengan todos los materiales necesarios cerca, como libretas, libros, plumas. Ojo con que al utilizar la laptop o Tablet tenga cerradas las redes sociales, pues estas son enemigas de la concentración. Deben asegurarse de tener suficiente luz y ventilación en el lugar de estudio, eso les ayudará a evitar cansancio ocular y que la oxigenación sea la adecuada en su cerebro.

Metas: El profesor también debe sugerir que se fijen metas con tiempos específicos. Si inician el tiempo de estudio sin ponerse un límite, el avance será lento y quizás poco provechoso. Si la clase dura 50 minutos, la recomendación es que repasen en casa de 5 a 10 minutos. Si van a desarrollar un proyecto lo mejor es que elaboren un cronograma que les ayude a establecer por fecha el logro a obtener por día.

Prioridades: No hay duda que la frase: “Divide y vencerás” ayudará en este punto. Los estudiantes deben identificar con claridad las asignaturas que les resulta más fácil comprender, y aquellas que les cuestan más trabajo; todos sabemos que hay materias que nos gustan más y otras que disfrutamos menos. Una vez que ambas estén identificadas, deben determinar mayor tiempo y dedicación aquellas que requieran más su atención e iniciar con ellas. Ojo, no deben dejar de lado las que les sean más fáciles. Priorizar no significa anular, es darle precedencia a una cosa respecto a otra.

Técnica o estrategia: El docente debe sugerir utilizar una de las técnicas de estudio que más le funcionen. Pueden comenzar por elaborar un mapa mental o conceptual de los temas vistos, esto les permitirá resumir en una sola hoja la unidad revisada en todas las clases. Hay otras estrategias denominadas de conexión que les permitirán relacionar los conocimientos previos con los nuevos, además de organizarlos visualmente para obtener un mejor aprendizaje. Les enuncio solo algunas: analogías, redes semánticas, rimas, parafraseo, resumen, cuadros de doble entrada, solo por mencionar algunos. Les aseguro una vez que identifiquen el que más les ayude, el proceso será más sencillo.

Medios: Es recomendable que el estudiante empleé sus propios medios. Que explique con sus propias palabras lo que vio en la clase, que lo platique con alguien en casa, su mamá, papá o algún amigo, sin duda eso ayudará. Invítenlo a relacionar algunos conceptos con aspectos prácticos, las leyes de la física por ejemplo con lo cotidiano que realiza, dónde se aplica.

Descanso: Aunque los periodos de sueño que tenemos están divididos por etapas, los estudiantes deben saber que su duración oscila entre 20 y 90 minutos. Cuando los jóvenes estén muy agotados deben programar una siesta que no dure más de 30 minutos. Es importante también que considere en su programación dormir de 7 a 8 horas diarias lo que le permitirá mantener su salud neuronal, así como beber suficiente agua y alimento al día. Los desvelos previos a los exámenes no ayudan, al contrario desgastan físicamente nuestro cerebro.  También es importante que entre cada periodo de estudio se de unos minutos para levantarse de la silla, estirar los brazos, caminar unos minutos y después retomar.

Así pues, podemos sintetizar en ocho palabras clave los hábitos de estudio que podemos recomendar a nuestros alumnos: Clase, horario, lugar, metas, prioridades, técnica, medios y descanso. Como nuestros lectores podrán darse cuenta si un método de estudio logra permear entre los estudiantes, el rendimiento y los logros del salón se potenciarán. Atrevámonos a motivar su realización y empezaremos a ver mejorares resultados.

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*Gerardo Ramírez Beltrán es Psicólogo de profesión, cuenta con una Maestría en Educación y Alta Tecnología, además del diplomado en Competencias Docentes en la Educación Media Superior. Tiene 14 años de experiencia docente, tanto en el extranjero como en México.

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