• Necesaria una cultura para el ahorro, señala Rocío Pilar Sánchez, docente experta del área Económico-Financiera del Campus San Rafael de UVM

México, D.F., a 7 de enero de 2014.- Terminaron las fiestas decembrinas y, los mexicanos, hombres y mujeres poco a poco se integran a sus labores cotidianas como es el trabajo, asistir al colegio, o  bien, a realizar las labores propias del hogar. No es un secreto que para muchas familias el inicio de año es complicado por lo que se conoce como  la “cuesta de enero”.

Una  cuesta de enero que se hace difícil entre los mexicanos porque no hubo la previsión de revisar el nivel de ingresos en diciembre, cuánto es lo que se tuvo, de cuánto se podía disponer para cubrir necesidades de primer orden como es alimentos, ropa, pago de impuestos, colegiaturas, etcétera.

De acuerdo con Rocío del Pilar Sánchez Madrid, docente y experta del área económico-financiera de la Universidad del Valle de México Campus San Rafael, la palabra clave para los mexicanos en esta cuesta de enero es: Planeación en los ingresos. “Si nosotros no planeamos nuestros ingresos entonces sí vamos a sufrir esa cuesta, siempre se tiende a gastar de más en diciembre”.

“Decimos, ¡voy a gastar, me voy a dar un gusto porque me lo merezco, para eso trabajo todo el año!, y es correcto, sin embargo, tenemos que ver de cuánto puedo disponer, cómo voy a cubrir mis gastos para que, con el excedente, pueda comprar lo que yo quiera”, comentó la Profesora de UVM.

Agregó Rocío del Pilar que a los mexicanos también le cuesta mucho trabajo aprender la palabra ahorrar, “a ésta no le hacemos caso y no necesariamente aplica en diciembre, sino a lo largo  del año, pero es en este tiempo cuando todos nos quejamos en el sentido de qué vamos a hacer, porque gastamos de más”, manifestó.

Lo que debemos hacer es aprender a planear desde que inicia el llamado puente “Guadalupe-Reyes”; hay que considerar todo, comenta la profesora Rocío, “tomar en cuenta el gasto de Día de Reyes, incluso hasta la rosca que partimos en nuestros hogares, porque ahora con los incrementos de inicio de año también pega en el bolsillo de las familias; entonces, hay que planear lo que se pretende gastar y lo  relaciono con los ingresos que tuve: bonos extra, aguinaldo, sueldo, lo que hace la diferencia realmente es cuánto tengo y cuánto gasto, esto se debería manejar más como una especie de cultura de planeación financiera”, comentó.

A los mexicanos les hace falta mayor información de una cultura del ahorro, ya que es una costumbre gastar todo el dinero en el mismo mes de diciembre, lo cual es un error, hoy en día, señala Rocío del Pilar, tenemos que ir aprendiendo un método empírico, a qué me refiero: si yo  veo la cuesta de enero, veo que debo comprar los juguetes de Día  de Reyes, empeño cosas, me endeudo con tal de salir de este compromiso”.

“De verdad, en lo personal, me da mucha tristeza ver el programa de El Buen Fin, la gente compra sin pensar, en poco tiempo lo que adquirieron van y lo empeñan, esa es una mala planeación. Hay personas que sí ahorran para El Buen Fin y hacen sus compras con responsabilidad, pero la mayoría desafortunadamente utilizan las tarjetas de crédito para sobreendeudarse, eso no es sano ni a mediano o largo plazo, tanto para la economía familiar como para la economía del país”, explica la docente de Campus San Rafael.

El Buen Fin es un programa que el Gobierno hace para que las personas compren bienes duraderos, no  para adquirir pantallas, tabletas o aparatos de videojuego, que no son compras sensatas. “Esto es lo que aún no capta la población. Falta mucha cultura de planeación y ahorro para la población, es una tarea de todos, desde docentes, no sólo a nivel universitario, sino a nivel de primaria,  a los niños hay que enseñarles una cultura del ahorro, de planificación, de qué vas a hacer con tu dinero, qué vas a gastar, con tu domingo qué vas a comprar; decirles que pueden ahorrar. Desde los niños se tienen que sentar las bases de esa planificación financiera para que no sufran al llegar el fin de año y, la cuesta de enero”, concluyó la profesora Rocío del Pilar.

AZC/ARG

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